Sobre mi

Mi contacto con el yoga comenzó hace más de de 25 años en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Durante este tiempo tuve el privilegio de estudiar con destacados maestros, algunos guías espirituales provinientes de la India, quienes viajaron para impartir sus enseñanzas del yoga. Además, he tenido la fortuna de recibir la visita de estos diversos maestros en Montevideo, donde actualmente resido. Formé parte de la Asociación Uruguaya de Yoga, obteniendo mi diploma de profesorado y compartiendo cursos en muchos lugares.

A lo largo de los años, he acumulado una basta experiencia como profesora de esta enriquecedora disciplina, que considero la más completa en todos los aspectos: físico, psíquico y espiritual. Ser profesora de yoga es tanto un privilegio como un desafío constante que nutre mi vida y la llena de plenitud e inmensidad. El aporte de los alumnos es intransferible por la diversidad de cosas bellas que ellos me transmiten. A través de ellos, nunca dejo de aprender y dan a mi vida muchísima alegría.